El trabajo infantil en la agricultura sigue siendo una preocupación en muchas regiones de África, donde la pobreza y la falta de acceso a la educación contribuyen a esta problemática. Si bien se están realizando esfuerzos para abordar este desafío, algunos países africanos siguen siendo más afectados que otros.
En África, países como Burkina Faso, Mali y Senegal se encuentran entre los más afectados por el trabajo infantil en la agricultura. Los niños, en su mayoría, trabajan en la cosecha del algodón, lo que implica largas jornadas laborales bajo condiciones a menudo peligrosas. Además, otros cultivos como el cacao en Costa de Marfil y Ghana también han sido señalados por el trabajo infantil en la producción de chocolate.
Organizaciones internacionales, aparte de UNICEF, han estado colaborando en iniciativas para combatir el trabajo infantil en la agricultura en África. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha desarrollado programas que promueven el trabajo decente y la erradicación del trabajo infantil en la agricultura, trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos y las partes interesadas.
La Alianza 8.7 es una coalición global que busca acelerar los esfuerzos para poner fin al trabajo infantil, la trata de personas y la esclavitud moderna. En África, colabora con gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil para desarrollar estrategias y políticas efectivas para abordar el trabajo infantil en la agricultura.
El Banco Mundial también está involucrado en la lucha contra el trabajo infantil en la agricultura en África, brindando financiamiento y apoyo técnico para proyectos que tienen como objetivo mejorar las condiciones de trabajo y reducir el trabajo infantil en el sector agrícola.
A pesar de los desafíos, los esfuerzos de estas organizaciones están ayudando a crear conciencia sobre el trabajo infantil en la agricultura y a implementar políticas y programas que buscan poner fin a esta práctica dañina en los países africanos más afectados. El camino hacia la erradicación completa del trabajo infantil en la agricultura es largo, pero estas iniciativas representan un paso importante en la dirección correcta.